

Siempre odié que los gatos fueran los malvados en la ficción occidental. Desde Tom y Jerry hasta la película Como perros y gatos.
Desconozco la razón por tal desprecio hacia los felinos, en lo personal me gustan más y siempre añoraba el momento en que se comieran a ese estúpido Piolin o a Jerry.
Esta serie de fotos es una visión cruel de lo que le ocurriría a Tom si fuera real.
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